Empresas deben educar. Entrevista con Fryda Castillo.

El divorcio entre la enseñanza y los requerimientos laborales sigue siendo la principal deficiencia de la mano de obra local. Ahora hay que sumarle las distracciones provocadas por las nuevas tecnologías

fryda-castilloLA PRENSA/EMIR ALFARO

Lucydalia Baca Castellón

Hace más de diez años, con la inquietud de llenar los vacíos que encontraban en el desempeño de sus funciones, administradores de empresas, Fryda Castillo Rodríguez, junto a otros 24 administradores de empresas, sicólogos y uno que otro ingeniero industrial, fundaron la Asociación de Ejecutivos de Recursos Humanos de Nicaragua (Aerhnic), que actualmente la preside.

Actualmente con 260 socios, en su mayoría mujeres, la organización está enfocada en capacitar a las nuevas generaciones que asumen está función en las empresas. Les brindan capacitación permanente y asesoría, y por estar a cargo de la contratación del personal que requieren las empresas, conocen de primera mano las debilidades de los aspirantes a los cargos vacantes en las empresas.

Para Castillo Rodríguez las carencias educativas siguen siendo la principal debilidad de la mano de obra local, y a esto ahora hay que sumarle las distracciones que provocan a las nuevas generaciones las novedades de las nuevas tecnología, con las que considera las empresas están obligadas a lidiar y a aprender a convivir con ellas.

¿Las deficiencias que enfrenta hoy el capital humano son las mismas de hace una década cuando surgió la asociación?

Son diferentes por las situaciones que se han ido generando en el mundo. Hace una década no teníamos el problema de las nuevas tecnologías, hoy tenemos que lidiar y convivir con ellas, desde todos los aspectos. Porque de nada sirve que una compañía bloquee sitios web y redes sociales si las tenemos en los celulares, no tiene caso. Y no es que se pierda el tiempo en estas actividades, lo que está es mal informado y mal manejado.

Los jóvenes tienen otros requerimientos, otras necesidades, otros instintos, otros impulsos y si los bloqueamos, los frustramos. Diferente es que se le diga a una persona o que sepamos todos que podemos tomar cinco o diez minutos de descanso y para entrar al Facebook o al Twitter. Tenemos que entender que las nuevas generaciones ya no pueden vivir sin esto, y que estas herramientas son valiosísimas, pero tenemos que optimizar el tiempo y respetar los espacios. No podemos quedarnos estancados en las redes sociales, ni permitir que se pierda el contacto humano.

Lo peor que puede pasar es que nos engañemos bloqueando o pensando que no lo van a hacer, quien se engaña es la empresa porque lo van a hacer en el baño o en cualquier otros lugar, desde el celular o como encuentren la manera de hacerlo. Aprendamos a vivir con ello y así los empleados estarán contentos, porque lo que las compañías necesitan es que sus trabajadores estén contentos y a gusto en el lugar donde están laborando. Ese es un tema fundamental hoy en día porque un trabajador satisfecho es más productivo.

¿Y cuál sigue siendo el principal obstáculo que enfrentan las empresas al momento de contratar personal?

Este ha sido un dilema y no es de ahora, ha sido desde siempre, y es muy difícil porque no hemos logrado hacer match con las universidades. Lo que nosotros requerimos en las empresas es una cosa y lo que las universidades están sacando como graduados es otra cosa. Y es triste y frustrante para un recién graduado que llega a una empresa, donde ahora lo normal es que lo pongan a hacer pruebas y que no pueda resolver algo tan básico como una prueba de matemáticas o una prueba de español.

¿Tan graves son los vacíos que deja la educación en Nicaragua?

Es que a esto se ha unido la influencia de las nuevas tecnologías. Los aspirantes llegan a las empresas y al redactar o contestar preguntas lo hacen del mismo modo que escriben en Twitter, Facebook o en el celular, con una rayita, signos, letras en lugar de palabras. Entonces cuando hacen las pruebas los ejecutivos de recursos humanos nos damos cuenta que los aspirantes a los cargos no saben redactar. Y hoy en día las empresas necesitan optimizar el uso del correo electrónico y para hacerlo tenemos que ser precisos, concisos y redactar bien el mensaje que necesitamos enviar. Porque el correo por sí mismo no resuelve el problema, es solamente un medio de comunicación, tenemos que redactar bien.

Y si a eso le agregamos que la persona olvida usar algo tan básico como los acentos, los puntos y las comas, que son básicos en nuestro idioma… será imposible entender un mensaje. Eso lo discutimos mucho con nuestros socios, porque esas son las carencias que encontramos en las nuevas generaciones, que han adquirido un nuevo estilo de escritura y llegan a las compañías creyendo que ese es el estilo de trabajo. Y no, eso es imposible, porque la mayoría de empresas en Nicaragua tienen certificaciones de procedimientos ISO y estos exigen normativas de como redactar los procesos.

¿Qué están haciendo las empresas para suplir estas carencias?

En varias ocasiones la Asociación se ha reunido con varias universidades. Algunas han mostrado mucha apertura y nos han entendido, pero nos falta mucho camino por recorrer. De manera particular lo que hacemos es capacitar a nuestros socios. Pero el problema no está resuelto, seguimos exponiendo el problema y buscando solución. Recientemente el Cosep (Consejo Superior de la Empresa Privada) nos presentó una iniciativa muy interesante sobre las pasantías, que se han convertido en una herramienta interesante para capacitar al capital humano… Porque nosotros sabemos que la responsabilidad de las empresas es terminar de educar, pero también el joven tiene que poner de su parte.

¿La capacitación debe ser herramienta fundamental en las empresas?

Están obligadas a hacerlo, por eso es lamentable que cuando haya recortes en las compañías el primer corte que se hace es en el presupuesto de capacitaciones, que son las que generan el crecimiento y la actualización en cualquier nuevo tema o tendencia. Las capacitaciones no pueden depender únicamente del Inatec (Instituto Nacional Tecnológico), porque su presupuesto es muy limitado y su función está restringida a la capacitación técnica, no a la parte gerencial ni ejecutiva. Lo que implica que solo desarrolla al personal técnico operativo que es la base de la compañía, eso es excelente pero queda pendiente la parte gerencial. Además la capacitación solventa otra situación grave que existe entre los nicaragüenses que no tenemos la cultura de leer para actualizarnos. Esto afecta mucho a las empresas lo mismo la necesidad de tener a alguien que nos estimule. Debemos promover la automotivación, porque el principal responsable del aporte en el trabajo y en la vida es el mismo ser humano. Cada quien debe ser responsable de leer, de informarme y actualizarse. Tampoco debemos creer que el autoconocimiento debe estar enfocado en el trabajo. Podemos leer el periódico para saber lo que ocurre. Leer revistas, documentos de trabajo y cosas tan básicas como novelas. Porque en la medida en que uno lee, crece como ser humano.

¿Considera necesario un cambio de mentalidad de parte de los jóvenes?

Claro. Los jóvenes tienen que entender que no solo es llegar a una compañía y decir “estoy aquí”. No. Es llegar y decir “voy a aportar, voy a hacer para que esto funcione”. Porque otra cosa que está pasando con los recién graduados es que llegan y se les olvida que uno empieza aprendiendo. Pero el joven de hoy no quiere aprender. Por el contrario, quiere menos horas laborales, un salario muy bonito y trabajar lo menos posible. Son “ yo quiero, yo quiero, yo quiero” y no es así. Primero tienen que decir qué van a aportar a la empresa.

En medio de este entorno ¿cuál es el principal reto que enfrenta el país para calificar a su capital humano?

Ahí es donde entra el tema de la Responsabilidad Social Empresarial. Algunas empresas ya lo han hecho, pero desde nuestro punto de vista como Aerhnic consideramos que la base fundamental para que Nicaragua salga adelante es la educación. Sin temor a equivocarme aseguro que si todos estuviéramos enfocados en apoyar la educación, otra sería la historia.

Con esas deficiencias, ¿cómo se le vende la mano de obra local al inversionista extranjero?

Como excelente, porque el nicaragüense lo que tiene es que es muy buen trabajador, a pesar de sus deficiencias es muy responsable y la mano de obra nicaragüense es muy productiva y responsable, lo que necesita es más educación, que no es nada inalcanzable. Porque si los recién graduados, a pesar de sus vacíos, si tienen la oportunidad de ingresar a una empresa y esta tiene la apertura de enseñarles, inmediatamente él empieza a asimilar los nuevos conocimientos. Además, gozamos de la ventaja de ser un país muy seguro.